sábado, 2 de mayo de 2009

La planicie de la desesperación

¡AAAAAAHHHHHH! Fue lo primero que dije cuando desperté. Sentí como si hubiera vuelto a la vida, podría jurar que mis pulmones dejaron de aspirar aire y que mi corazón dejo de bombear sangre, a pesar de que tenia los ojos abiertos, no veía el cielo lleno de nubes grises y no podía sentir la tenue lluvia que caía sobre mi, solo había oscuridad, sentí angustia y desperté, como cuando despiertas de un mal sueño, te levantas de súbito, agitado y sudando y tratas de tranquilizarte, lo cual no conseguí fácilmente, ya que estaba en un lugar que no conocía, y estaba totalmente desorientado.

Me puse de pie y note que el pasto me llegaba a las rodillas, y salvo algunos árboles no había nada más. No sabia a donde ir, así que decidí caminar hacia un árbol que estaba cerca, al mismo tiempo me preguntaba como habría llegado ahí, voltee hacia atrás y vi que mi caminar dejaba un sendero, vi también el lugar en donde desperté, trate de buscar con la mirada un camino similar que me indicara por donde regresar a casa, o un indicio que me dijera hacia adonde ir para pedir ayuda, pero no había nada, ¿acaso había estado inconsciente por mucho tiempo y se borraron las huellas? Era lo mas probable o cuando menos no podía imaginar algo menos descabellado, pero eso era lo que menos me importaba, en lugar de pensar en como llegue a parar ahí, debía concentrarme en como volver, pero... ¿volver a donde?

- Me decía en voz baja: ¿De donde vengo? ¿A que me dedico? ¿Cómo me llamo? No logro recordarlo... -

Entre en pánico no sabia que hacer, volví a gritar y me eché a correr hacia un árbol que se veía a lo lejos, comencé a llorar, ¿era eso o la lluvia que seguía cayendo sobre mí? No lo recuerdo bien; me detuve al llegar al árbol, me recargue en él y me senté, estaba mojado, pero no me importo porque yo ya estaba empapado, mire a mi alrededor, y solo había pasto y uno que otro árbol. Del pánico pase a la angustia, todo era exactamente igual y no había forma de orientarse.

- Calma, todo va a estar bien, todo va a estar bien –
Me decía eso mientras frotaba mis brazos con mis manos

Después de tranquilizarme un poco y recuperar el aliento decidí, correr hacia otro árbol que se veía a lo lejos y así como 10 o 15 veces mas, ya no me importo la lluvia, a pesar de que cada que corría a otro árbol y a cada gota que caía sobre mi, me volvía mas lento y pesado, ¿seria el cansancio? Solo sé que cuando llegue a otro árbol me recosté y recargue mi cabeza sobre una de sus raíces. Trate de conciliar el sueño pero comencé a tener frió, y yo con ropa ligera y además mojada,

-¿Qué hago aquí?-

No podía pensar en algo que me tranquilizara, solo había pasto y a lo lejos siempre se veía un árbol en la misma dirección, pensé que podría salir si seguía corriendo hacia los árboles, pero después de todos mis intentos, me percate que el lugar no era lo único que era monótono, las veces que corrí siempre llegaba a un árbol y me recostaba, recuperaba fuerzas, me levantaba y corría al siguiente, llegue a sentir que el tiempo nunca avanzaba, como si fuera la misma hora siempre, también sentí que todos los árboles que había, eran idénticos, pero eso era poco probable, quizás ya estaba desvariando por el cansancio, no lo se, ya estaba desesperado, por lo que decidí no correr mas y quedarme bajo un árbol, cuando menos así no estaría solo.
No sabia que hora era, el cielo, parecía no cambiar, siempre lleno de nubes grises, no había viento por lo que la lluvia siempre caía en vertical y la lluvia no era tan fuerte como para que hubiera rayos. Al horizonte no había montañas, ni lagos, ni mares, solo se veían unos cuantos árboles, incluso creo que todo el pasto era del mismo tamaño y del mismo color, una especie de amarillo deprimente. No había insectos, ni ninguna especie de animales, quizá nunca hubo, o quizás murieron por la lluvia, por que por momentos pensaba que desde siempre había estado lloviendo y que seguiría así hasta la eternidad.

-Cuando menos puedo resguardarme bajo un árbol-
me dije

No sé que clase de árbol era, solo sé que debería de medir como 6 u 8 metros y sus hojas eran verdes. Las raíces eran del grosor de mis piernas, lo sé porque una que otra salía de la tierra, como queriendo escapar de ahí. Lo contemple por un rato y no sé porque pero empecé a contarle mis penas, le dije:

-No sé quien soy, estoy desesperado porque no encuentro la salida de este lugar-

Jajajajajaja, incluso le dije:

-Oye amigo, al parecer tu has estado mucho más tiempo aquí que yo, ¿de casualidad no conocerás la salida? Seguro que no, bueno, cuando menos tendrás compañía-

Después de eso, lleve mi mano a la frente y moví la cabeza diciendo que no, sentí que estaba alucinando, que debía estar desquiciado o algo parecido o quizás solo era el cansancio, pensé, por lo que decidí acostarme, esta ves me acurruque sobre el tronco y no sobre la raíz como lo había hecho anteriormente, en parte para romper la monotonía y en parte porque me sentía seguro junto a mi “nuevo amigo”, también para tratar de mitigar un poco el frió, aunque ya no me importaba tanto, tenia tantas cosas en la cabeza y estaba tan cansado que solo me quite la playera y trate de quedarme dormido y por un instante olvide todo lo que me preocupaba y comencé a pensar en el árbol y en que no corría ningún peligro, por lo que poco a poco me tranquilice y fui cerrando los ojos para tratar de ir conciliando el sueño, con la esperanza de que al despertar el clima hubiera mejorado, y las cosas empezaran a salir mejor, o mejor aun, que todo esto solo hubiera sido un mal sueño... que equivocado estaba.
Continuara...

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