El dolor regreso de golpe, y perdi otra vez todo sentido de la realidad cuando vi esos ojos una vez mas atras de ella... Su rojo brillo opacaba la luna, y me hizo sentir el dolor intenso de antes. No sabia que hacer. En un instante regrese a lo que pense que era la realidad. Esta vez me encontraba en mi casa, sentado frente a una mesa en un cuarto vacio y poco iluminado. Trate de voltear a ver mi alrededor, pero no pude moverme. La vista me fallaba, el dolor insoportable y entre la mirada fija en un punto donde deberia estar mi cuarto vi una vez mas esos ojos aterradores, y escuche una vez mas esa fria voz. "Solo estamos empezando..." me decia sin saber que estaba pasando. Cerre los ojos una vez mas, para regresar a la celda en la que me encontraba hace unos minutos. La noche terminaba, y me di cuenta que la primera luz del dia ya alumbraba algunos edificios cercanos a la carcel. Pocos segundos despues, los ojos desaparecieron, junto con el dolor que no me permitia moverme. Estando en el suelo pude intentar dormir, esperando que todo hubiera sido un sueño.
Senti como si no hubieran sido mas de tres horas de descanso, y abri mis ojos solo para darme cuenta de que la lampara sobre mi cabeza era la de mi propio cuarto, y no desperte en el mismo suelo que recordaba. Estaba a un lado de mi cama, sin poder ver ninguna indicacion de lo que sabia que habia pasado la noche anterior.
Al pasar mi mano derecha enfrente de mi rostro fue cuando lo peor llego. Una extraña marca que no pude entender. Y a mi lado, sentada en una silla, una mujer que no reconoci. Sus ojos fijamente sobre mi cara, viendo la confucion que la inscripcion me causo. Sus palabras aun estan en mi mente... "Tenemos que hablar...."
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