viernes, 7 de septiembre de 2012

Völuspá

La conmocion en la calle era demasiada. Una figura que caia del ultimo piso de Yggdrasil sin que nada lo sujetara. Al ver el rostro de la persona que caia, senti un dolor intenso. Mi cuerpo y mente se desconectaron, y cai al suelo en donde estaba.
Desperte unas horas despues, aunque no estaba seguro de lo que habia pasado. Quien era esa persona?
Al abrir los ojos, vi a mi lado una lampara que flotaba a unos cuantos centimetros de la mesa. A mi izquierda, instrumentos medicos que jamas habia visto. Intente levantarme sin lograrlo. Mis movimientos estaban restringidos por algo que no podia ver.

"Donde estoy?"

No podia ver a nadie en el cuarto, aunque no sentia nada que me pudiera tener sujeto a la cama. Cerre los ojos una vez mas para mantener la calma.

"Yggdrasil," dijo una voz reconfortante, "en u.. de l.. .....merias ... piso 35."

Al voltear a ver a quien pertenecia esa voz, la vi otra vez.
Al pie de la cama, la mujer del tren leia mi informacion en una tabla transparente. Aunque no podia escucharla bien, sabia ahora donde me encontraba. Se acerco a mi con una pequeña lampara para revisar mis ojos.

"Ares Satevis. Nacido el 18 de Mayo. Sin aumentos neurologicos o fisicos. Padre, programador. Madre, capturista. Un hermano completando su educacion. Graduado del programa estandard de aviacion. Voluntario para el programa de investigacion aerea."

La luz del sol entraba por la ventana a mi derecha, me dejaba ver como se ocultaba el sol tras las montañas. Y me dejaba con demasiadas preguntas que hacer.

"Como es que sabe tanto de mi?" Pregunte con una sensacion entre estres y miedo.

"A eso me dedico." dijo sin perder un segundo. "Mi nombre es Eir. Estoy a cargo de asegurarme que no tengas problemas de salud. Se que haces aqui, y no podemos tenerte en otra condicion que no sea optima."

Pude levantarme un poco en la cama. Intente pararme para salir del cuarto, pero los instrumentos conectados a mi brazo izquierdo emitian alarmas que se hacian mas y mas intensas con mi esfuerzo. Me volvi a recostar, aceptando la posicion en la que me encontraba. La enfermera que entro al cuarto a revisar que estuviera bien, se retiro unos segundos despues.

"Que paso con la persona que caia?" pregunte.

"Eso es algo de lo que no puedo comentar, pero sabras todo a su tiempo. Por ahora, voy a terminar tu evaluacion y escoltarte al aeropuerto si es necesario."

Sus respuestas eran directas, pero su mirada evitaba encontrar la mia cuando respondia.
Al salir del cuarto, todavia me sentia algo debil, pero listo para iniciar mi trabajo.

"Parece que no tengo que llevarte hasta tu destino. Ya pedi un transporte hacia el aeropuerto, debe llegar en los proximos minutos."

Di la vuelta para verla una vez mas. Sus ojos azules viendo hacia el sur, con luces que alternaban entre verde-azul y blanco. En el momento que el auto llegaba, me entro una profunda sensacion de que el dia de hoy no era la primera vez que habia visto...

"Gracias doctora," dije con una voz que no recordaba tener, "realmente aprecio todo lo que ha hecho por mi."

En ese momento subi al transporte. Eir dio la vuelta y regreso al edificio, aunque al cerrar la puerta, crei ver que sus labios partian y lagrimas formandose en sus ojos. No lo pude confirmar...

Cuando llegue al hangar el sol ya habia desaparecido y la luna se asomaba al este.
El aeropuerto al sur de Yggdrasil era el lugar donde todo empezaba y al que todo se conectaba. El complejo de 7 pistas, todas con un largo de 7 kilometros, permitian que los productos necesarios para esta megalopolis llegaran y se distribuyeran a donde se necesitaban.

La persona que me recibio en el hangar era un investigador que habia conocido a lo largo de mi entrenamiento.

Al entrar al edificio vi la razon por la que estaba aqui. La razon por la que entrenaba. La razon por la que sobreviviria a la pelea que se acercaba:

"Aldebaran..."

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